Entrevista a ANGEL MANRIQUE ALONSO, fotoperiodista
- darkmatterbooking
- 3 may 2015
- 4 Min. de lectura
¿Cómo y porqué empezó a interesarse por la fotografía?
Esto es difícil de situar. No hay un momento exacto, es un proceso que se va manifestando a medida que sientes la necesidad de recoger esos instantes que pasan por delante de ti y que quieres conservar.
Todo comienza siendo un crío, un día te regalan una cámara y ya tienes el medio idóneo para “congelar” esa imagen que pasa por tu vida. Todo empieza como una afición.
¿Cómo llegó a ganarse la vida profesionalmente con la fotografía?
La afición se convierte en relación profesional cuando alguien vio algunos trabajos, se interesa y propone que me incorpore al área de fotografía de la empresa. Al estar, digamos, en nómina de la empresa la forma de ganarme la vida no cambió en la parte económica pero sí en el desarrollo profesional. A partir de ese momento hubo un punto de inflexión en el que pude empezar a compaginar una profesión ya establecida con una afición, y hacer de esta afición el motivo principal de mi profesión.
¿Cuáles son las mayores dificultades para desempeñar su trabajo?
El desarrollo de mi trabajo conlleva hacer reportajes tanto sociales como de fondo o periodísticos; en territorio nacional o en el extranjero, la mayoría de estos en zonas de conflicto, y salvo lo que supone la separación familiar en momentos de larga ausencia no encuentro más dificultades para desempeñar el trabajo que el intrusismo que hoy día se ejerce y la falta de reconocimiento a una profesión y a unos profesionales que día a día van componiendo la historia gráfica de los pueblos y naciones. El fotógrafo Meneses decía “soy la voz y los ojos de unos cuantos millones de personas”.
¿Qué opina de los nuevos avances de la fotografía y de las tecnologías que la envuelven? ¿La informática y la digitalización es un avance para la fotografía?
Todo avance sea en el campo que sea es siempre bueno y la fotografía no es una excepción. El problema está en cómo se usan esos avances.
Veamos….Ayer teníamos haluros de plata. Hoy existen los pixeles e internet. ¿Qué supone esta comparación? En los tiempos anteriores hacías un reportaje y hasta que no revelabas no conocías los resultados de tu trabajo. Era como un parto en el que hasta que no sale el crío no sabes si está bien.
Estabas lejos de la redacción, en zonas de conflicto, y era muy común que las fotografías se publicasen sin que el autor las hubiera visto porque de la manera más peregrina había conseguido que los rollos llegaran al periódico mientras se seguía trabajando en zona. Se mandaban por correo o se aprovechaba a alguna persona, que viajaba hasta el país o la ciudad del fotógrafo, para darle los carretes en la confianza de que los hiciera llegar a su destino. Esto siempre suponía un riesgo. Además transcurría un tiempo entre la obtención de la imagen y la publicación de la noticia con la fotografía apropiada.
Hoy día todo eso es historia. Muchos de los actuales reporteros no lo han vivido. El avance tecnológico ha facilitado que la imagen la veamos en el momento, elijamos la que queremos publicar, enviemos la que queremos y se publique casi de inmediato. En muchos casos “sin casi” por lo que efectivamente…
…Los avances en fotografía y las tecnologías que la envuelven han sido buenos, pues han beneficiado mucho a la inmediatez de la noticia” Hoy día ocurre un suceso y en un tiempo brevísimo es visto en todo el mundo.
También ha beneficiado “al bolsillo” pues aunque la inversión inicial es algo elevada (hablamos de profesionales) luego el coste en carretes, revelados y copias es cero.
También contamos con “los contras”. Si bien la informática y la digitalización es un avance, tiene sus inconvenientes. El primero es que al fotógrafo le ha llevado en muchos casos a ser su propio laborante, pues se ha cambiado el laboratorio por el ordenador y ese trabajo lo realiza el propio autor. Otro problema es que el uso de esa tecnología (los programas de edición y retoque) supone en muchos casos uso y abuso hasta el punto de deformar la realidad de la imagen. Hoy día ninguna imagen se publica sin retocar. El tercer problema y quizá uno de los más significativos es el de las redes en internet. Es común la publicación de imágenes en la red y….aquí es donde se pierde todo control de la fotografía. De poco sirven los copyright y los derechos de autor porque es expande de manera exponencial y el autor no lo sabe.
¿Fotoperiodismo actual, cualquiera puede ejercerlo?
Rotundamente NO. El fotoperiodismo es una “manera de mirar la imagen”. No sólo es hacer fotografía. Nada tiene que ver un reportaje documental atemporal con un reportaje donde la fotografía registra el momento vital de la historia. De hecho el fotoperiodismo se desarrolló en los conflictos bélicos y su culmen llegó con la Segunda Guerra Mundial.
Hoy día vivimos momentos en los que todo el mundo hace fotos, miles de fotos gracias a los avances tecnológicos, y algunos captan una imagen (o la imagen) del momento pero eso no supone contar la historia. Sólo los profesionales, es más, los profesionales especializados y experimentados saben contar la Historia en pocas imágenes con cohesión.
Hay profesionales, grandes fotógrafos,
especializados y experimentados en los diferentes campos de la fotografía (estudio, documentales…) que no sabrían comportarse en el campo del fotoperiodismo, sea cual sea el tema (deportivo, político, de guerra…) porque este sector impone la adquisición, edición y entrega de material, con suma celeridad a los medios para que la noticia no pierda actualidad. Esto no puede ejercerlo cualquiera.
Captar el momento, editarlo, enviarlo y que se publique en tiempo actual es una labor importante y sólo al alcance de los profesionales del fotoperiodismo.
Dos médicos…un traumatólogo y un cardiólogo. ¿Abordaría el trauma una operación a corazón abierto con igual seguridad y garantía que el cardiólogo, y viceversa? Médicos son los dos.
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